Cervantes entre nosotros

Don Miguel de Cervantes soñó una vez con viajar a América. No podemos imaginarnos cómo hubiera sido esa experiencia suya, ni tampoco cómo habría incidido en su escritura. Sin embargo, desde este costado del Atlántico, donde no hay meseta árida ni molinos de viento como en su Castilla, le recibimos y le amamos, nos apropiamos de su obra, de su pensamiento, de sus emociones.
Por eso, cuando comenzó a nacer el sistema editorial cubano, el primer libro que se publicó, y en tirada masiva, en cuatro volúmenes, los fue su Quijote. Así, y bajo la luz del sol, que suele ser tan intensa en el Caribe, le entregamos la realidad de la utopía, y empezamos como su personaje a cabalgar en Rocinante.