En las montañas de El Cobre

Y allí, en medio de aquellas hermosas elevaciones, también estuvieron las minas de cobre que durante cinco siglos fueron explotadas, a cielo abierto y que hoy agotadas dejan espacio al proyecto de un museo que testimonio lejanas épocas y, sobre todo, al abrigo del cielo y de la tierra, la lucha de miles de esclavos por alcanzar, en esas sierras, su libertad.
También y junto a las imágenes de la fe, de la virgen que en la religión afrocubana, de rañices yorubas, se sincretiza con la deidad de la orisha Oshún, la diosa del río y del amor, se elevará el monumento a los cimarrones.
Diálogo de la naturaleza, de la fe y la libertad que alimenta con sus girasoles dorados aquel paisaje.
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