Blogia
conmarti

ERNESTO LECUONA, CUBANO UNIVERSAL

ERNESTO LECUONA, CUBANO UNIVERSAL La villa de Guanabacoa, hoy uno de los municipios de Ciudad de La Habana, ha sido la cuna de grandes figuras de la cultura en la Isla. Y entre ellas sobresale un músico, el más reconocido, a escala universal, entre los compositores cubanos: Ernesto Lecuona quien, de vivir, arribaría en este agosto a los 110 años.
Mas debo rectificar porque el autor de Siboney, Siempre en mi corazón, Damisela encantadora, de zarzuelas como María la O, jamás ha conocido el olvido y, por eso, desde su obra ha vencido a la muerte.
Confieso que su música me arrulló en mi infancia y que mi madre cultivó su amistad como también la del maestro Gonzalo Roig y la de Rita Montaner. Será por eso que no puedo escuchar sus canciones sin estremecerme, ya me lleguen en las voces de una Esther Borja o de un Plácido Domingo.
Cuando era niño, y sólo contaba con cinco años, ya Ernesto Lecuona interpretaba al piano para sorpresa de sus maestros y familiares. Después, de adolescente, como otros grandes de la música cubana, fue pianista en los cines silentes de la capital para ganarse el sustento.
Tempranamente sorprendió a su hermana, la también compositora Ernestina Lecuona, con su virtuosismo, como a todos sus maestros, dueño de condiciones físicas, de manos excepcionales para la ejecución de su instrumento, el mismo del que brotaron sus Danzas cubanas y que tuvo en Lecuona a un virtuoso.
Los españoles le admiran tanto que, en Málaga, una de sus calles lleva el nombre del autor de la igualmente célebre pieza: La Malagueña y en esta tierra suya, sus canciones se respiran, como las bondades del trópico, porque son obras imantadas por la belleza y el amor.

0 comentarios