María de los Ángeles Santana
Una de las más emblemáticas figuras de la escena cubana, la misma mujer que recorrió el mundo con su arte y su gracia singulares, que fue aclamada por miles de personas en México y España, la que ha recibido de Cuba el homenaje y el tributo a la obra de su vida al otorgarsele los Premios Nacionales de Teatro y Televisión, cumple 91 años.
Lúcida, no ha perdido con los años, aquella gentileza tan suya, ni la sonrisa ni la mirada límpida. Es la misma que cantaba a Lecuona y a Roig, una de las primeras voces que quedó atrapada, para siempre, en el cine cubano con la llegada del sonoro a la Isla.
Dueña de la comedia y del drama, del musical y del humor, María ha tenido también la virtud de asumir el paso del tiempo, y de mantener la alegría en el alma, lo que ha nutrido su obra artística y sobre todo ese corazón suyo de natural sencillo y cordial.
Por eso, cuantos la amamos sentimos el júbilo de este nuevo año en su vida, de ver cómo la ancianidad la embellece desde el espíritu, con la fe y la bondad, rodeada del cariño y la amistad que ella misma ha sembrado.
Lúcida, no ha perdido con los años, aquella gentileza tan suya, ni la sonrisa ni la mirada límpida. Es la misma que cantaba a Lecuona y a Roig, una de las primeras voces que quedó atrapada, para siempre, en el cine cubano con la llegada del sonoro a la Isla.
Dueña de la comedia y del drama, del musical y del humor, María ha tenido también la virtud de asumir el paso del tiempo, y de mantener la alegría en el alma, lo que ha nutrido su obra artística y sobre todo ese corazón suyo de natural sencillo y cordial.
Por eso, cuantos la amamos sentimos el júbilo de este nuevo año en su vida, de ver cómo la ancianidad la embellece desde el espíritu, con la fe y la bondad, rodeada del cariño y la amistad que ella misma ha sembrado.
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