Blogia
conmarti

cultura cubana

TETE LINARES EN SUS 90

TETE LINARES EN SUS 90

 

Llega a la novena década de su existencia, y lo hace Teté Linares con una espléndida lozanía, abierta como siempre al diálogo, sin perder esa lucidez en la palabra y la mirada que le permiten vencer las diferencias generacionales, los ismos y las modas que vienen y se van con las circunstancias, esta mujer que es clave cuando se habla de la Musicología en Cuba y que, desde su especialidad, ha dado igualmente una enorme contribución a la literatura cubana, desde el ejercicio de la investigación y la escritura.

Y, también su entrega amorosa a nuestra música,  en su proyección más amplia y no solo en el orden de la música campesina, sobre la que ella ha trabajado con particular énfasis, y en ese largo proceso de su vida están los vasos comunicantes entre Teté y la música, desde aquella modesta y primera labor que realizó, en su temprana juventud, cuando era sencillamente una joven vendedora de discos, y que luego, con el estudio y el trabajo, y también junto a Argeliers, le permitiría ser una de las voces más autorizadas como musicóloga y etnóloga, como se puede ejemplificar con sus múltiples conferencias desde la otrora Escuela de Verano de la Universidad de la Habana hasta su desempeño más reciente, como directora del Museo de la Música, institución en la que también desarrollaría y ejecutaría con sus colegas, especialmente con los más jóvenes,  y así aplicaría un principio metodológico básico, el de la investigación y el trabajo de campo, para explorar y encontrar en las semillas, la sabiduría y el lenguaje de la música popular cubana, en sus tradiciones, en el legado de varias generaciones, sin prejuicios ni tabúes preconcebidos, y así contribuir al rescate, validación y promoción de una música que, reconocida en el mundo, tributa a sus ancestros hispanos y africanos.

Una vida alimentada siempre por el amor, y también por la laboriosidad, muchas veces en medio del silencio o de la incomprensión, ha sido la lección, es el legado de Teté Linares, quien estuvo entre aquellos que secundaron a Argeliers León en la fundación del Instituto de Etnología y Folklore de la Academia de Ciencias que él dirigió y luego, en aquella senda María Teresa laboró como asesora de empresas de grabaciones, alcanzando la sumatoria de la producción de numerosos albúmenes etnográficos, verdaderas joyas, como su Antología de Música Afrocubana, en nueve volúmenes, además de ser autora de una extensa bibliografía que es referente obligado, y necesario, para cuantos en el mundo deseen conocer, en verdad, las raíces de la música en Cuba.

De ese capítulo de su discurso literario, en la prosa reflexiva que le permitió comunicar a otros, con verdadera autoridad y conocimientos y amenidad en la escritura, el resultado de sus investigaciones y valoraciones, en monografías y ensayos, se encuentran libros como Introducción a Cuba, La Música y el pueblo, La Música entre Cuba y España, El punto cubano, Trayecto histórico de la música cubana, resultado de varios años de profusa investigación, de búsquedas en fuentes primarias y secundarias, tanto en el diálogo vivo con las personas, como en el mundo de la discografía cubana, desde sus orígenes a principios del siglo XX, y desde el registro oral de la memoria de una cultura popular y tradicional en su multiculturalidad, supo reflejar sus estudios tanto sobre el legado africano como el legado hispano, en la síntesis de la música cubana, inserta en la diversidad del Caribe. 

 

DORA ALONSO, CORRESPONSAL EN GIRON (1961)

DORA ALONSO, CORRESPONSAL EN GIRON (1961)

De momento, nos encontramos sin vehículo para salir a la zona de operaciones de Playa Larga, en las avanzadas; pero vigilamos el paso de la primera cosa rodante que enfilara la carretera de la costa. Fue un jeep de la Cruz Roja y el jeep nos llevó.

 

Seis horas antes, allá se había librado un duro combate y era lugar de riesgo continuo por la continuas incursiones de los aviones bombarderos yanquis, que pretendían cruzar la línea de fuego para atacar nuestra única línea de abastecimiento de tropas y armas. Esa línea era, precisamente, la misma carretera por donde íbamos.

 

Además, los paracaidistas podían aparecer por la retaguardia, ametrallando desde su escondite en la maleza.

 

A la salida del batey, también todo se cubría de uniformes del ejército popular. Se almorzaba a base de una lata de leche condensada y pan, dulce de guayaba y alguna otra cosa. Vimos a la tropa, lata en mano, disponiendo del frugal almuerzo. Había unidad, un informe entusiasmado, una increíble satisfacción por ir al combate. De eso, cuantos tuvimos el honor infinito de contemplarlo y compartirlo, podemos dar fe.

 

Al timón del jeep que nos lleva a las avanzadas, está Manuel Esponda Álvarez, de la sexta brigada de la Cruz Roja, Ezequiel Velásquez, Rafael Hernández y Roberto Pérez Calero, delegado por La Habana.

 

Al subir al vehículo habíamos advertido algo extraño: junto al grupo hospitalario, que porta banderas con grandes cruces rojas, va también un mocetón llevando un arma antiaérea. Nos explican el porqué de la medida:

 

―Los aviones yanquis han ametrallado tres de nuestras ambulancias, y nos hemos visto precisado a pedir escolta para poder cumplir nuestro deber.

 

Apenas podemos creerlo. Únicamente los nazis se lanzaron a tal barbarie. Y llegan más detalles mientras corremos entre una nube de polvo.

 

―Algunos heridos fueron muertos en esa forma, dentro de los carros. Ya verá usted las ambulancias volcadas en las cunetas.

 

Dominando la idea de ver aparecer en cualquier momento la terrible amenaza aérea, o de sentir el tableteo de las ametralladoras de los paracaidistas, fijamos la mente en la temible, poderosa protección que guarda el territorio. Nidos de todas las armas, perfectamente disimulados y protegidos, se meten a los dos lados de la carretera, tierra adentro y tierra adentro y tierra adelante. Como fieles mastines de la independencia, se agazapan, para destrozar cualquier avance del enemigo. Son cañones de distintos calibres; antiaéreas, nidos de 50, de 30. Entre el raquítico o el espeso monte de la ciénaga se vislumbra asomando sus bocas mortales. Y detrás de cada una de ellas, cientos de vidas jóvenes con el corazón entero dispuesto al sacrificio por la patria.

 

―Por aquí estaban ellos y los hemos ido haciendo retroceder.

 

Fíjese en los hoyos recién tapados que llenan la carretera. Fueron hechos por las bombas aéreas.

 

Sobre el camino cubierto de polvo blanco que reseca la garganta, que emblanquece el pelo y las pestañas, se enfilan ómnibus repletos de milicias y Ejército Rebelde que van a reforzar el frente y las avanzadas. Son muchos, y también algunas rastras cargadas de parque.

 

A pie, a los lados de la carretera, se riegan milicianos junto a sus nidos armados. Nos saludan alegremente, haciendo chistes y mostrando ufanos las tiras de nylon estampado de los paracaídas capturados al ejército imperialista y mercenario.

 

Las blancas barbas de Norberto Barreras nos saludan al pasar, donde vela junto a su arma. Tiene 66 años. Viene del Escambray.

 

Es reparador de telégrafos de Jagüey Grande.

 

Continuamente, por la izquierda y en sentido contrario, enfilan sobre la carretera las luces encendidas y a toda velocidad de las ambulancias y máquinas que llevan la bandera blanca con la cruz de sangre. La muerte y el dolor van en ellas, en desesperado esfuerzo de arribada pronta al hospital del batey del "Australia".

 

Son muchas ambulancias y muchas las máquinas que van y vienen por este camino de riesgo y muerte, prestando el mismo servicio.

 

A nuestro lado, Pérez Calero, ansiosamente en una tensión desesperada que advertimos en cada rasgo de su expresión, en la mandíbula cerrada, en la mirada ansiosa que lanza a cada vehículo que regreso del frente vela el regreso de su único hijo.

 

Hace muchas horas que su muchacho salió a cumplir su deber humano allá donde la pelea es continua y terrible la metralla, y no ha regresado. El padre sufre con un sufrimiento callado y fijo, vibrando a cada luz de faro que se anuncia a lo lejos.

 

― ¿Vendrá ahí mi hijo?

 

El jeep detiene un poquito la marcha cuando nos cruzamos con los vehículos.

 

La voz del padre entonces grita su llamada ansiosa:

 

― ¿Han visto a Roberto?

 

Pero siempre los compañeros repiten que no. Que había ido al frente a recoger heridos; pero que no saben. Que nada pueden decirle.

 

Otra vez se acelera el jeep y nadie se atreve a comentar.

 

De pronto se oye un ruido de motores aéreos. Todo el mundo mira arriba, y en el mocetón dispone el arma, en guardia. Los ojos se clavan en el cielo con fijeza. El pulso se acelera y un nudo aprieta la garganta mientras cruzan segundos que parecen siglos... Pero, no; no eran aviones. Seguimos.

 

Cruzan kilómetros. Los árboles, a ambos lados de la carretera, muestran la herida honda de sus cortezas, destrozadas durantes los encuentros liberados horas antes.

 

Dos ambulancias ametralladas se incrustan en la cuneta. Pérez Calero apunta, con una ironía dolorosa:

 

―Mire la obra de los "salvadores" de Cuba.

 

Cerca de Soplillar tropezamos con dos nidos de antiaérea múltiples. A derecha e izquierda de la carretera, guardando un punto estratégico, sus ocho bocas vigilan lo alto, apuntando a las nubes.

 

Y guardándolas y sirviéndolas, como el pabellón más gallardo de toda está epopeya, están los niños de la Base Granma.

 

Parece increíble. A pesar nuestro, a pesar de una orden severa que nos damos, a pesar de saber que no vinimos para llorar, sino para mantener alta la moral revolucionaria, sentimos una niebla tibia cubrirnos las pupilas. Por que son niños, criaturas de 13 años, de 14 y 15; los mayores tienen 17.

 

Desnudos los pechos adolescentes, donde lucen collares milicianos de semillas de monte, las caritas graciosas llenas de sudor, sucias de polvo, risueñas, capaces, heroicas, inmensas, con aquellos ojos llenos de luz y de fervor por Cuba y su vergüenza, los niños artilleros saludan alegremente, nos rodean y casi aplauden cuando se enteran a lo que vinimos. Cuando saben que es BOHEMIA la que llega a buscarlos y a estar junto a ellos en la hora de prueba.

 

Y como lo que son, como criaturas llenas de ingenuidad se sitúan complacidos un segundo frente a la cámara de Gilberto Ante, el buen compañero de toda esta marcha del deber, peinándose apresuradamente con los dedos y sonriente para situarse mejor.

EN EL CENTENARIO DE DORA ALONSO

EN EL CENTENARIO DE DORA ALONSO

El tono campesino de la guitarra, la ascendencia hispana de sus cuerdas, el lirismo abierto y sin afeites de trovadores tan reconocidos como Compay Segundo y Polo Montañés, se suman también a este viaje entre anécdotas y relatos, para aproximarnos a una mujer, cuyo centenario celebramos este año y que a pesar de su muerte física, sigue viva en cada librería, biblioteca, feria cuando niñas y niños reclaman los libros de  Dora Alonso, quien sabe vencer el olvido y el silencio, aunque amorosa de la sencillez, prefirió diluirse, o mejor, multiplicarse entre el viento, al pie de los rojizos mogotes de la provincia más occidental de Cuba, Pinar del Río, entre los que se aventaron sus cenizas.

 

En la pasada Feria Internacional del Libro, al presentarse por la Editorial Gente Nueva la Colección Dora Alonso, volvía ella a adueñarse del escenario, aunque sería bueno también que otras casas editoriales, pienso en Letras Cubanas y la UNEAC, como también Abril y la Pablo de la Torriente, deberían sumarse a esta línea para publicar sus obras, destinadas a otros públicos, a lectores adultos y juveniles, como también a esferas especializadas como las de las artes escénicas y el periodismo, ya que esa autora no solo fue y es la figura emblemática de la literatura infanto-juvenil cubana del siglo XX, sino una escritora que, desde que comenzó a mostrar su necesidad expresiva, con aquel primer poema suyo que dio a la imprenta, cuando solo tenía 16 años, hizo de la palabra un instrumento de comunicación y diálogo, para compartir experiencias, vivencias, emociones, sentimientos con los otros, es decir, con nosotros.

 

Numerosas son y serán, motivadas algunas por lógica en este año de su centenario, las aproximaciones críticas e históricas a su obra, desde el plano filológico y estético, y ojalá no me equivoque, sin embargo, también debieran unirse a esa perspectiva de investigación, necesaria algún día de emprenderse de manera integral, por la diversidad de su obra, los medios ya que una de las mayores presencias de un escritor(a) en la radiodifusión cubana lo fue Dora, autora de alrededor de 14 radionovelas, algunas de las cuales serían, años más tarde, versionadas por otros a la televisión, como sucedió con “Sol de batey” y la última, “Tierra brava”, esta sobre el original de su “Medialuna”, sin que olvidemos la referencia del testimonio que dejó, en buena parte de la prensa plana, desde esa otra vertiente de su labor profesional en el periodismo, las que incluso le permitieron testimoniar la batalla de Girón, desde la privilegiada presencia en aquel año 61.

 

Mas quiero detenerme en uno de los rasgos esenciales de su proyección artística, desde el dominio de la palabra, en esta creadora cubana, escritora de libros de poesía, teatro, narrativa (tanto de novelas, noveletas y cuentos), para diversos públicos, desde la infancia a la tercera edad, periodista y cronista y autora de seriales, sin desdén ni menosprecio a sus oyentes o televidentes, al incorporar los recursos expresivos del melodrama, con inteligencia y buena dosis imaginativa de lo emotivo, para también conducir a la reflexión, y eso desde los días aquellos en los que hacer “jabón”, es decir, escribir para las publicitarias y las empresas jaboneras que patrocinaban aquellas producciones, solía imponer la más absoluta ramplonería y ligereza en cada propuesta, ya que ellos, los que pagaban a los autores, afirmaban que el público solo alcanzaba una medianía de segundo grado de escolaridad y también de conciencia, (claro, en un país de iletrados y de analfabetos). Y es que en Dora, como núcleo de una poética, la que ella sabía adecuar a los diferentes géneros y medios en los que incursionaba, tenía en la sencillez, en la naturalidad deudora de las fuentes de la oralidad primaria en toda palabra humana, el instrumento idóneo para expresarse.

 

Muchos fueron los galardones que recibió Dora, entre ellos el Premio Nacional de Literatura, en 1988, año en que lo obtuvo junto a Cintio Vitier, y un año después de haberse entregado, por primera vez, a una mujer, en 1987, que fue Dulce María Loynaz, como dos años antes de habérsele otorgado a otra fémina, Fina García Marruz, antes de un largísimo silencio que fue roto solo al dársele a otra escritora tal lauro, en 1997, cuando se premió a la también matancera, como lo era Alonso, a la poetisa Carilda Oliver Labra, para continuar tales reconocimientos, con la inclusión de otras autoras, solo en la primera década del siglo XXI.

 

Sin embargo, y ahí vale la anécdota, nada iluminaba más a la escritora que ver cómo su producción se asimilaba, muchas veces en medio del más increíble anonimato, por distintas personas en todo el archipiélago quienes jamás la conocieron, personalmente, pero que sabían agradecer las virtudes de aquella creadora que, muchas veces, los tomaba a ellos, desde la niñez y la adolescencia, como en la juventud, la adultez y la vejez, como protagonistas de sus obras, así como el entorno geográfico y la atmósfera de su discurso literario, uno de los más auténticos por su cubanía de nuestras letras.

 

En una ocasión, y en una de sus visitas a Pinar del Río, provincia cuya gente y naturaleza la atrapaba, desandaba en solitario por el campo, en medio de la hermosura del Valle de Viñales, (el que ella llevó a la escritura con su noveleta “El valle de la pájara pinta”, galardonada con el Premio Casa de las Américas, en el género infanto-juvenil, y segundo lauro de esa institución que recibía), y ya fatigada, más sedienta que hambrienta, se acercó a un bohío, en medio de aquellos valles y montañas, y se encontró a un anciano, uno de esos estoicos campesinos de las llanuras de Pinar…quien seguía, para su sorpresa, y en un radio de pilas, una radionovela que era suya…al pedirle agua, y aplacar la sed, gracias a la gentileza de aquel sujeto, ella le confesó su identidad…

 

Y ahí se produjo la sorpresa, cuando el curtido agricultor le espetó en su rostro una tan lapidaria como intrínsecamente elogiosa respuesta. “No m’ija…no me diga eso… qué va a ser usted Dora Alonso….Dora Alonso es una mujer excepcional…”. Palabras, gestos, sonrisa de perdonavidas…todo se le reunió en el semblante al hombre, devenido fan suyo, ferviente radioyente de aquel relato, quien no podía aceptar que estaba, como lo estuvo, ante aquel ser común, para él irrelevante, que podía nada menos que ser la autora preferida, la que para el campesino era un ser de otro mundo, inteligente y sensible, tanto como etéreo…tal vez…”.

 

O aquel otro momento suyo, de sus andanzas, mientras asistía a talleres literarios de aficionados, daba un consejo a un joven autor, o asumía el para ella desagradable oficio de ser jurado en cualquier evento, sabedora de lo circunstancial que es todo juicio humano…y en el diálogo con otra mujer, tan sencilla y de pueblo como lo era Dora, al compartir incidentes cotidianos, alguien de la comitiva vino a buscarla, y le dijo “Dora, apúrese…tenemos que partir…”. La interlocutora, más sorprendida…lo fue otra vez la escritora cuando aquella mujer de pueblo, que gustaba leer sus cuentos y compartirlo con sus hijos y nietos, quedó también atrapada por la sorpresa de saber que quien había compartido durante varios minutos lo era la autora de las “Aventuras de Guille…”, del célebre y travieso Pelusín….de tantos sueños que le hacían más feliz.

 

 

FELIX VARELA MORALES, EL MAESTRO

FELIX VARELA MORALES, EL MAESTRO

 

 

El año de 1853 está profundamente vinculado a la historia de Cuba y también a su independencia, porque en enero nacía en La Habana, el día 28, quien fue y es el Apóstol, José Martí y unos días después, pero en San Agustín, en la Florida, fallecía el hombre que nos enseñó los valores de la conciencia y de la educación, en la forja de un pensamiento liberador, emancipatorio, desde sus raíces éticas, el presbítero Félix Varela Morales, quien dejó de existir físicamente el 25 de febrero en aquella tierra a la que se vio obligado a emigrar, a causa de la represión que sufrió, por su condición de diputado a las Cortes españolas, tras la restauración de Fernando VII, y sobre todo por la defensa apasionada de su ideario independentista, contra la esclavitud y a favor siempre de la libertad de Cuba y también de los pueblos de la América hispana.

Sus cenizas reposan, descansan solo simbólicamente, porque son semillas de ideas y un estímulo para la juventud cubana, en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, y ellas recibieron el tributo y la oración, durante su visita a la Isla, en 1998, de su Santidad Juan Pablo II.

Habanero, hijo de un militar español, educado entre la Florida y la ciudad que lo vio nacer, ya que por entonces aquella península, hoy territorio de los Estados Unidos, pertenecía también a la Corona española, Félix Varela ingresaría en el Seminario de San Carlos y San Ambrosio, institución en la que después ejerció como profesor y forjó a las nuevas generaciones criollas, en tránsito al que él contribuyó activamente, hacia el sentido de la cubanía, y su propia conciencia de cubanos y no de españoles de ultramar, amén de tomar los hábitos y llegar a ser ordenado como sacerdote, gestando desde su cátedra el semillero de la educación cubana, de esa pedagogía que tuvo, en el padre Varela, su asiento y que lo llevó a enfrentar y superar el escolasticismo, al empleo no solo del idioma castellano y no del latín en sus clases, sino y sobre todo a abandonar la anciana retórica y sus obsolencias para adentrarse en una verdadera revolución que incorporaba la ciencia al caudal del proceso cognoscitivo, desde sus validación epistemológica y moral.

Cuando la reacción europea, con los Cien mil Hijos de San Luis que comandara el duque de Angulema, restauró a los Borbones y al absolutismo de Fernando VII en el trono español, Varela que era entonces un hombre en su plenitud intelectual, de solo 33 años, se vio obligado al destierro, al ser condenado a la pena de muerte, por eso residió los últimos años de su vida en Norteamérica, desde cuya atalaya escribió páginas encendidas, las del periódico independentista El Habanero que entraban clandestinamente a Cuba, y que reafirmaron también su condición de precursor de nuestro ideario independentista, en la primeras décadas del siglo XIX cuando todavía otros abogaban por el reformismo.

En Félix Varela, y en su ejemplo y sus textos ensayísticos y periodísticos, encontró José Martí la sustancia también para su pensamiento revolucionario, en ese sentido raigal del patriotismo, de fuerte acento humanista y ético, que vinculaba a la lucha por la libertad de Cuba al proceso histórico de nuestra América, además de ser el legado vareliano el entramado de todo un pensamiento de la liberación en el que subraya los valores de la educación, de la formación del ciudadano en su responsabilidad cívica y moral, como elemento clave para un proceso histórico que, desde la conciencia, al enseñarños “primero en pensar”, hizo también de la independencia la fundación de la nacionalidad y de la nación cubanas.

 

PERUCHO FIGUEREDO, EL CANTOR DE LA PATRIA

PERUCHO FIGUEREDO, EL CANTOR DE LA PATRIA

 

Cada nación, desde sus símbolos, gesta su identidad. Por eso, al conmemorarse los 190 años del natalicio de Pedro (Perucho) Figueredo, la historia de aquel bayamés vuelve a la memoria de todos los cubanos y las cubanas, agradecidos por quien escribió aquel canto patriótico que hoy conocemos y reconocemos como el Himno Nacional.

Como otros patricios centrorientales, fue de aquella pléyade de radicales hacendados que iniciaron la guerra de independencia al grito de la Demajagua, y estuvo entre los que secundaron la decisión de Carlos Manuel de Céspedes, a quien lo unía una antigua amistad, así como iguales inquietudes por la literatura y por la música, además de ser ambos graduados de Derecho, y de compartir en las tertulias criollas de La Filarmónica en Bayazo.

Aquel 20 de octubre, y en la que hoy se llama Plaza del Himno, sobre la montura de su cabalgadura, Perucho escribió, cuando sólo contaba con 48 años, la letra de aquel canto de guerra y libertad, porque fue de los primeros en incorporarse a la Revolución, en 1868, para colaborar como Jefe del Estado Mayor con Céspedes.

Por sus méritos, al ser proclamada la República en Armas en la Constituyente de Guáimaro, en abril de 1869, le fue otorgado el grado de Mayor General para que asumiera, también, la subsecretaría  de la Guerra.

Más meses después, caería prisionero de los españoles y sería fusilado el 17 de agosto de 1870, junto a Ignacio y Rodrigo Tamayo. La enfermedad que padecía, el tifus, no le permitió enfrentar al enemigo, cuando cayó a los 51 años de edad, prisionero de los españoles en la ciudad de Las Tunas, para ser condenado a muerte por un tribunal militar en Santiago de Cuba. Como otros patriotas, sí supo Perucho enfrentar dignamente las proposiciones del enemigo que lo instaron a abandonar la lucha, a las que respondió rotundamente: “Estoy en capilla y espero que no se me moleste en los últimos instantes que me quedan de vida’’.

También se afirma, por la tradición oral, que cuando avanzaba hacia el pelotón de fusilamiento, iba diciendo las palabras del Himno que él había escrito: “Morir por la Patria es Vivir’’, antes de ser batido por el plomo el 17 de agosto de 1870.

CUBA EN NACIONES UNIDAS

CUBA EN NACIONES UNIDAS
 
Portada :: Cuba
Aumentar tamaño del texto Disminuir tamaño del texto Partir el texto en columnas Ver como pdf30-10-2008

 

Intervención del ministro de Exteriores cubano en la Asamblea de la ONU en el debate sobre el bloqueo a Cuba. 29 Octubre 2008
A los representantes del gobierno de los Estados Unidos: deberían sentir vergüenza; ustedes están solos, en la más profunda y absoluta soledad. El mundo está con nuestra pequeña isla rebelde



Señor Presidente; 

Querido padre Miguel D’Escoto. Saludo otra vez su elección y su presencia en este debate. Usted encarna aquí hoy la voz de los pueblos, la voz de los humildes. Usted puede, Padre, contar con Cuba. 

Señores delegados:

Como cada año, desde 1992, comparecemos ante la Asamblea General de las Naciones Unidas para reclamar el levantamiento del ilegal e injusto bloqueo impuesto por el gobierno de los Estados Unidos contra Cuba desde hace ya casi cincuenta años. Siete de cada diez cubanos han pasado toda su vida bajo esta política irracional e inútil, que intenta sin éxito poner de rodillas a nuestro pueblo. El bloqueo es más viejo que el señor Barack Obama y que toda mi generación. 

La votación que tendrá lugar dentro de unos minutos ocurre en circunstancias muy particulares, tras el paso devastador por Cuba de dos poderosos huracanes, cuando sólo faltan seis días para las elecciones en Estados Unidos y en el escenario de una profunda crisis financiera internacional frente a la que ninguno de nuestros países es inmune. 

Más de 500 mil viviendas y miles de escuelas e instituciones de salud afectadas, un tercio del área cultivada devastada y una severa destrucción de la infraestructura eléctrica y de comunicaciones, entre otros daños, es el resultado de fenómenos naturales nunca antes vistos y que constituyen una prueba de los efectos del cambio climático para los países del Caribe.  

Si la pérdida de vidas humanas fue mínima, ello fue el resultado del enorme esfuerzo realizado previamente por las autoridades y el pueblo, que permitió evacuar y proteger en lugares seguros a 3.2 millones de personas. A fin de cuentas, era Cuba y no New Orleáns cuando el huracán Katrina. 

Pese a los cuantiosos daños y la devastación provocada por los huracanes, a ningún enfermo en Cuba le ha faltado asistencia médica y todos los niños cubanos y los 30 mil jóvenes de 125 países que estudian becados en nuestras universidades están ahora mismo asistiendo a clases. Nadie ha quedado ni quedará abandonado. 

En nombre del gobierno y el pueblo cubanos, quisiera expresar nuestro profundo agradecimiento a todos aquellos que, de una forma u otra, manifestaron su solidaridad y respaldo a Cuba en esta dramática coyuntura. Hasta la fecha, hemos recibido ayuda procedente de 64 países. 

En contraste con la amplia solidaridad recibida y con las afirmaciones hechas aquí esta mañana por el representante del gobierno de los Estados Unidos, a cuyas palabras daré debida respuesta más adelante, en contraste con ello, el gobierno de los Estados Unidos ha respondido con su habitual cinismo e hipocresía. Mientras se negó a acceder a nuestra solicitud de que nos permitiera comprar a empresas norteamericanas con créditos privados, aunque fuera por seis meses, alimentos y materiales indispensables para la reconstrucción, por otro lado ha intentado orquestar una burda campaña de propaganda con la que pretende acusar a nuestro gobierno de no ocuparse de su pueblo.  

Cuba, por su parte, ha actuado apegada a sus tradicionales posiciones de principio. No podemos aceptar una supuesta ayuda de quienes han recrudecido el bloqueo, las sanciones y la hostilidad contra nuestro pueblo.  

Cuba no ha solicitado al gobierno de los Estados Unidos que le regale nada. Simplemente hemos pedido que se nos permita comprar.  

La Administración del presidente Bush miente una vez más a la comunidad internacional. Miente cuando declara haber otorgado licencias por 250 millones de dólares para ventas agrícolas a nuestro país tras el paso de los huracanes. Las ventas de alimentos existen desde el año 2001, y no son —como se ha pretendido explicar aquí— una decisión posterior a los huracanes para ayudar a Cuba después del paso devastador de estos fenómenos meteorológicos. Las ventas existen desde el año 2001, y adquirir estos productos es únicamente posible bajo estrictas medidas de supervisión y tras un enrevesado y burocrático proceso de otorgamiento de licencias caso a caso por parte de numerosas instituciones del gobierno de los Estados Unidos. Cuba, además, tiene que pagar al contado y por adelantado. La realidad es que el gobierno de los Estados Unidos ha puesto cada vez más obstáculos para limitar dichas compras.  

Si al gobierno de los Estados Unidos realmente le preocupara el bienestar del pueblo cubano, el único comportamiento moral y ético sería levantar el bloqueo impuesto a mi país, violatorio de las normas más elementales del Derecho Internacional y de la Carta de las Naciones Unidas. 

Para que se tenga una idea de la magnitud de las afectaciones que ocasiona cada año al pueblo cubano la política de bloqueo, sólo en términos económicos, bastaría con indicar que su impacto en un año casi equivale a la estimación de los daños ocasionados de conjunto por los huracanes Gustav y Ike.  

Los huracanes son fenómenos naturales que se agravan en las condiciones del cambio climático y el calentamiento global. Lamentablemente, no pueden ser evitados. El bloqueo es una política genocida e ilegítima. A diferencia de los huracanes, las autoridades norteamericanas sí pueden ponerle fin y evitar al pueblo cubano su prolongado sufrimiento. 

El bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos contra Cuba es el principal obstáculo tanto a la recuperación del pueblo cubano tras el paso de los huracanes como a nuestro desarrollo económico y social.  

Cálculos muy conservadores revelan que el daño directo acumulado que ha provocado el bloqueo a Cuba supera los 93 mil millones de dólares, casi dos veces nuestro Producto Interno Bruto. Al valor actual del dólar, ese monto equivaldría a no menos de 224 mil 600 millones de dólares. No es difícil imaginar lo que Cuba habría alcanzado si durante estos casi 50 años no hubiese estado sometida a esta brutal guerra económica a escala planetaria. 

En abierto desacato a la voluntad expresa de la comunidad internacional y a dieciséis resoluciones consecutivas de la Asamblea General, el gobierno de los Estados Unidos adoptó durante este último año nuevas y más duras sanciones económicas contra Cuba; arreció la persecución contra la actividad de las empresas cubanas y de otros países; desplegó una demencial cacería contra nuestras transacciones financieras internacionales, incluso cuando intentamos realizar nuestros pagos a los organismos de las Naciones Unidas. Su ensañamiento ha llegado al extremo de bloquear los sitios de Internet que tengan vínculos con nuestro país. 

Por otro lado, Washington incrementó a niveles sin precedentes el apoyo financiero y material a las acciones para derrocar el orden constitucional cubano. A tal fin, aprobó 46 millones de dólares adicionales destinados a la subversión interna en Cuba y otros 39 millones para mantener las ilegales transmisiones de radio y televisión contra nuestro país. Sólo esos fondos superan en ocho veces el monto de la supuesta donación ofrecida al pueblo cubano tras el paso de los huracanes.

En un Informe elaborado por la Oficina de Auditoría del gobierno norteamericano, publicado en noviembre del 2007, se reconoce explícitamente que de los 20 programas de sanciones aplicados a diferentes países, el bloqueo contra Cuba constituye el conjunto de sanciones económicas más abarcadoras jamás impuestas por los Estados Unidos.  

Señor Presidente:  

El amplio y documentado informe presentado por el Secretario General con la contribución de 118 países y 22 Organismos y Agencias Internacionales, me releva de insistir aquí en los ejemplos que prueban que no hay aspecto de la vida económica y social de Cuba que no esté afectado por el bloqueo norteamericano. 

Desde la imposibilidad de acceder a insumos y equipos para la cirugía cardiovascular infantil, o de tomógrafos imprescindibles para la oncología moderna, hasta la persecución con multas y cárcel a los ciudadanos norteamericanos que viajen a Cuba e, incluso, a las agencias turísticas que lo promuevan. El gobierno de los Estados Unidos debería explicar a esta Asamblea por qué considera como enemigos a los niños cubanos enfermos del corazón.  

Mienten cada año ante esta Asamblea los representantes del gobierno de los Estados Unidos cuando repiten que no existe tal bloqueo, y que sus medidas no son las principales causantes de las carencias y sufrimientos que a lo largo de estos años ha padecido y padece el pueblo cubano.  

Señores delegados:  

El bloqueo no es exclusivamente una cuestión bilateral entre Cuba y los Estados Unidos. La aplicación extraterritorial de las leyes norteamericanas y la persecución contra los legítimos intereses de empresas y ciudadanos de terceros países —de los países que ustedes, señores delegados, representan ante esta Asamblea—, es un tema que concierne a todos los Estados aquí reunidos.  

El bloqueo viola también, de manera flagrante, los derechos del pueblo norteamericano. Quebranta su libertad de viajar, consagrada en la propia Constitución de los Estados Unidos. El Departamento del Tesoro ha endurecido en los últimos años su estricta política de rechazo a las licencias para intercambios religiosos, profesionales, culturales y estudiantiles entre el pueblo norteamericano y el pueblo cubano.  

El bloqueo impide, además, las relaciones normales entre los cubanos que residen en los Estados Unidos y sus familiares en Cuba. 

Señor Presidente:  

Dentro de unas horas será elegido un nuevo Presidente en los Estados Unidos. Este deberá decidir si admite que el bloqueo es una política fracasada, que cada vez le provoca un mayor aislamiento y descrédito a su país o si persiste, con obcecación y crueldad, en intentar rendir al pueblo cubano por hambre y enfermedades.  

Desde esta tribuna, señores delegados, lo reitero:  

Jamás podrán doblegar al pueblo cubano. Ni bloqueos, ni huracanes podrán desalentarnos. No habrá fuerza humana o natural capaz de someter a los cubanos. Si se quiere un ejemplo, ahí están esos cinco héroes cubanos, luchadores contra el terrorismo, que han cumplido ya una década de injusto y cruel encierro en cárceles norteamericanas, y que son un símbolo de la determinación de nuestro pueblo de defender con dignidad su libertad e independencia.  

Agradezco a los oradores que me han antecedido por sus palabras de solidaridad y aliento con el pueblo cubano, por su defensa del derecho de Cuba, que es hoy también el derecho de todos los pueblos aquí representados, por su defensa de la Carta y del Derecho Internacional. 

Rechazo, letra por letra, las afirmaciones realizadas aquí por el representante del gobierno de los Estados Unidos. 

A usted, señor, le digo que ustedes, los representantes del gobierno de los Estados Unidos en esta sala, deberían sentir vergüenza; ustedes están solos, en la más profunda y absoluta soledad. El mundo está con nuestra pequeña isla rebelde. 

Y le aclaro, señor, no somos antinorteamericanos, somos antimperialistas; no profesamos a su pueblo odio, ni espíritu de revancha. Consideramos a su pueblo también víctima, como nosotros, de la política ilegal y absurda de su gobierno. 

Se necesita, señor, algo más que poderío y fuerza militar —ustedes deberían saberlo ya—: se necesita autoridad moral. 

Ustedes tienen la fuerza, es verdad; pero nosotros tenemos la razón. 

Ustedes no tienen argumentos, ustedes repiten cada año la misma sarta de ideas inconexas y superfluas; nosotros tenemos todos los argumentos, están en los documentos aquí distribuidos y están en nuestras palabras. 

Su Secretaria de Estado no viene a esta Asamblea, a este momento, no solo por arrogancia, es que no tiene nada que decir; hay también temor y vergüenza en esa decisión. 

Ustedes amenazan; nosotros no amenazamos jamás. Nosotros solicitamos apoyo a esta Asamblea, con respeto y con hidalguía. 

Ustedes usan la mentira; nosotros usamos la verdad.  

Ustedes castigan a nuestros niños, a nuestros ancianos, a nuestros enfermos; nosotros no culpamos a su pueblo, su pueblo es víctima también. Les ofrecimos nuestros médicos dispuestos a arriesgar sus vidas y a ofrecer su talento cuando el huracán Katrina, para salvar vidas y aliviar el dolor; ustedes no lo permitieron. Un día deberán responder por esa decisión. 

Su Presidente dejará en unos días su cargo. Apretó el bloqueo contra Cuba a límites insospechados, llevó la guerra económica contra nuestro pueblo a niveles esquizofrénicos, nos amenazó con el cambio de régimen; sin embargo, se va sin lograrlo, es el número diez que habrá pasado por aquí repitiendo la misma política fallida e ilegal. 

Es verdad que hace falta un cambio en los Estados Unidos y sus políticas. Es verdad que we need a change, y es verdad también que hay que cambiar el mundo en que vivimos, el de la imposición y el chantaje, y hay que construir un mundo donde se respete el derecho de todos los pueblos. 

Le digo a usted que no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo, como afirmó el gran Abraham Lincoln, respetado también y a quien rinde tributo nuestro pueblo.  

Usted ha dicho que su política es harto conocida, y es verdad. Su política es harto conocida, lo que no se conoce es por qué ustedes la mantienen ante el rechazo universal y de su propio pueblo.  

Usted ha dicho que ustedes defienden el derecho de realizar comercio con los países que deseen.  

Ustedes pueden decidir no realizar comercio con un país, pero ustedes no tienen derecho a perseguir a sus empresarios porque quieran comerciar o invertir en Cuba, y mucho menos a perseguir a los empresarios de otros países con la Ley Helms-Burton y con otras legislaciones extraterritoriales. 

Usted pide que esta Asamblea no examine la resolución que Cuba ha presentado. Nosotros insistimos a la Asamblea en la importancia y la necesidad de discutir esta resolución y aprobarla, porque aquí no solo se dirime el derecho de Cuba, sino el derecho de todos. 

Usted ha hablado de una “danza de los millones”, ha repetido una retahíla de cifras y de millones que supuestamente ustedes han ofrecido. 

Es verdad que nos ofrecieron 5 millones cuatro veces y lo rechazamos, porque nuestra dignidad no se puede comprar ni con 5, ni con 500, ni con 5 000, ni con 500 000 millones. Se lo advertimos, si esa es la ilusión. 

Usted ha dicho que son inaceptables las palabras del embajador Jorge Bolaños, jefe de la Sección de Intereses de Cuba en Washington. Yo se las repito otra vez aquí, una por una: “El bloqueo es una política genocida e ilegal y debe ser levantado de inmediato, respetando el clamor dieciséis veces ya expresado por esta Asamblea.” 

Finalmente, señores delegados, quisiera compartir con ustedes el sentimiento que embarga en este momento a nuestro pueblo, que allá en nuestra isla sigue de cerca este debate. 

Cuando mi hijo nació, en 1995, ya esta Asamblea General votaba contra el bloqueo norteamericano contra Cuba; ya mi hijo tiene 13 años. 

Cuando nació mi hija en el año 2000, ya esta Asamblea había votado ocho veces contra el bloqueo; ya mi hija tiene 8 años. 

¿Hasta cuándo los niños y los jóvenes cubanos tendrán que esperar para que se haga justicia? 

¿Hasta cuándo el pueblo cubano, que ha recibido el apoyo unánime de esta Asamblea, tendrá que esperar para que se reconozca su derecho y se haga justicia? 

¿Hasta cuándo los jóvenes norteamericanos tendrán que enfrentar el que se les multe y se les encarcele por intentar visitar nuestro país, conocer nuestras universidades y nuestros estudiantes? 

¿Hasta cuándo se considerará delito para un ciudadano de otro país, de los que ustedes representan señores delegados, intentar comerciar o invertir en Cuba? 

¿Hasta cuándo se intentará rendir por hambre y enfermedades a esos niños que, como mis hijos en Cuba, sueñan y creen que un mundo mejor es posible; un mundo donde se respete la dignidad, la independencia y la libre determinación de todos los pueblos? 

El representante de los Estados Unidos ha pedido a esta Asamblea no apoyar nuestra resolución. 

Nosotros les pedimos a ustedes, con todo respeto, apoyar a Cuba, apoyar nuestro derecho, apoyar nuestra resolución. 

En nombre de ese pueblo cubano, mil veces heroico, que a pesar de las adversidades no ha sido ni será derrotado, al cual no han podido bloquearle ni matarle la esperanza y la alegría, invoco nuevamente la solidaridad de esta Asamblea. 

Nuestro pueblo confía en la decisión que ustedes habrán de tomar dentro de unos minutos. En nombre de Cuba, les solicito votar a favor del proyecto de resolución titulado: “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”. 

Muchas gracias

 

Nueva York, 29 de octubre de 2008

Noticia relacionada:

Votación en Asamblea de las Naciones Unidas
185 países de los 192 que integran la ONU se unen a Cuba para exigir a EEUU el fin del bloqueo

(29-10-2008)


Envía esta noticia
Compartir esta noticia: delicious  digg  meneame

JOSE MARTI EN EL PERIODISMO

JOSE MARTI EN EL PERIODISMO

Cuando cayó en el combate de Dos Ríos, José Martí sólo había vivido 42 años y de ellos 26 años los dedicó al periodismo, hecho en el que no suele repararse en medio de su profusa papelería.

En vida sólo publicó dos poemarios, en ediciones de autor (es decir, que él mismo costeó), me refiero a Ismaelillo y a los Versos Sencillos. Su única novela, que apareció con el título de Amistad funesta (aunque pensó reeditarla con el título de Lucía Jerez), fue publicada, a la manera de los folletines, en un diario en español que se publicaba en Nueva York, y por entrega, en 1885. Mientras que la primera manifestación de su dramaturgia, si así lo consideramos, Abdala fue también incluido en el único número que salió del periódico La Patria Libre, en La Habana y durante el breve lapsus del levantamiento de la censura por las autoridades coloniales, en 1869.

Así vemos que el mayor volumen de su escritura en prosa fue el periodismo, junto a su no pequeño epistolario, vehículo este que junto a la oratoria le permitió comunicarse con las masas populares y sus colaboradores durante su prolongado destierro.

Él, como otros grandes de las letras hispanoamericanas del siglo XIX, fue esencialmente un periodista y , desde las páginas de los diarios latinoamericanos, creó un género literario y periodístico, la llamada “crónica modernista”, contribución ideoestética a las transformaciones lingüísticas y artísticas de nuestro idioma en la segunda mitad de aquella centuria, en la que compartió esa obra suya con autores del calibre del nicaragüense Rubén Darío, en especial, en La Nación, de Buenos Aires, desde la década de los 90.

ADOLESCENCIA Y JUVENTUD

El año de 1869 es clave para comprender la biografía martiana y también porque es su inicio dentro de la prensa, al publicar su primer artículo político en el único número de El diablo cojuelo que editaba su amigo Fermín Valdés Domínguez.  Allí el adolescente usa de un sentido del humor criollo que luego desaparece, tras la desgarradora experiencia y madurez del presidio político. Y el 23 de enero, en medio de los dramáticos que conmovieron la capital de la Colonia, a raíz de los sucesos del Teatro Villanueva, apareció en La Patria Libre, periódico donde también colaborara su maestro  Rafael María Mendive, el texto dramático al que ya hice mención. No olvidemos que Cuba estaba en guerra en Oriente y Camagüey, y  que unos días más tarde se incorporaría a la lucha por la independencia el territorio central de Las Villas. Se afirma también que por ese período y en un periódico manuscrito que circulaba entre los estudiantes, El Siboney, se publicó el soneto martiano 10 de octubre.

EL PRESIDIO Y EL DESTIERRO

Con la detención de los hermanos Fermín y Eusebio Valdés Domínguez y otros amigos, todos compañeros del joven José Martí, y al revisarle la causa, al ordenarse la detención de este y al producirse su ingreso a la Cárcel Nacional por el delito de infidencia, y luego al ser juzgado y condenado a 6 años de prisión y trabajos forzados, en las Canteras de San Lázaro comenzó el vertiginoso proceso de madurez ideológica y existencial de José Julián.

Más tarde se produjo su deportación primero a Isla de Pinos y luego su primer destierro a España en 1871, en la que se incorpora a la polémica a favor de la revolución y la independencia de Cuba contra la campaña de los  periódicos españoles, y encuentra tribuna su palabra en diarios progresistas hispanos y de los propios emigrados cubanos en la península, cuando publica su artículo Castillo en La Soberanía Nacional, de Cádiz,  que será reproducido en La Cuestión Cubana, de Sevilla, texto que es un antecedente temático y estilístico de su ensayo El presidio político en Cuba que más tarde escribirá y publicará en la península.

Pero aquel juvenil material periodístico fue igualmente reproducido por La República, órgano de los emigrados cubanos en Nueva York. Más tarde escribirá y publicará en España aquel histórico alegato. Como en las páginas de El Jurado Federal, junto al también cubano emigrado Carlos Sauvalle, publica un artículo que responde los ataques del diario integrista La Prensa. Y en hoja impresa, escrita por él, pero firmada por Fermín Valdés Domínguez y Pedro J. de la Torre, circula su texto El 27 de noviembre de 1871.

Al producirse la caída de la Monarquía y la instauración de la primera república, en 1873, otro  ensayo martiano surgiría La República española ante la Revolución cubana que fue reproducido en La Cuestión Cubana, de Sevilla.

EN MEXICO

Con sólo 22 años despliega José Martí una gran actividad intelectual y periodística en México, país que vive bajo el gobierno del presidente Sebastián Lerdo de Tejada, antiguo colaborador de Benito Juárez. Así se entrega a la profesión en las páginas de  la Revista Universal, de José Vicente Villada, en el que asumirá los Boletines parlamentarios,  y sostiene también una fuerte polémica con el diario La Colonia Española, en defensa de la independencia de Cuba.

También colabora en otras publicaciones mexicanas durante este período, como El Socialista, órgano del Gran Círculo Obrero de México, y en El Federalista, así como aparecen textos poéticos suyos en El Eco de Ambos Mundos.

Precisamente será en México cuando utilizará, por primera vez, el concepto de “nuestra América”, al conocer la presencia del indio en Mesoamérica, experiencia que enriquecerá después en Guatemala, al caer el gobierno ante el golpe de estado del general Porfirio Díaz. Cesan y desaparecer la Revista Universal. Antes de abandonar la tierra azteca dejará definidos sus principios políticos en las páginas de El Federalista, con  su artículo Alea jacta est donde fustiga al general Díaz y al golpe, en el que critica al gobierno de facto, como en su artículo La situación, que aparece en ese mismo órgano y que fue reproducido por El socialista.

GUATEMALA Y EL REGRESO A CUBA

En Guatemala realiza poco periodismo, en las páginas del diario El Progreso,  y sí mucha docencia y oratoria, aunque sí intenta y no lo logra, publicar una revista, la Revista Guatemalteca. Por las mismas razones por las que abandonó México, dejará Guatemala, al rechazar el caudillismo. Aunque cuando regresa a Cuba, luego del Zanjón, en compañía de su esposa ya gravida, y ante los reclamos de doña Leonor, su ideología se ha enriquecido, como también su escritura, con la experiencia latinoamericana.

En la Isla su verbo encontrará el espacio de los Liceos de Regla y Guanabacoa, asume la pasantía en los bufetes de Viondi y Azcárate, y un artículo suyo, con el seudónimo X, en El Progreso, reseña de las tertulias en las que participa, así como aparece en el manchón de los colaboradores de la revista La Niñez, dirigida por Fernando Urzáis, en agosto de 1879. Pero su participación en actividades clandestinas, y en la preparación de una nueva guerra, lo conducen a la cárcel primero y luego a su segundo destierro hacia la península, de donde huirá, vía Francia, rumbo a los Estados Unidos, a donde llega a principios de 1880.

EN ESTADOS UNIDOS Y VENEZUELA

Durante su primer estadio en los Estados Unidos, y mientras se integra al Comité Revolucionario en el contexto de la Guerra Chiquita, que liderea el Mayor general Calixto García, aparecerán también sus primeras colaboraciones,como crítico de arte, en periódicos norteamericanos como The Hour  y The Sun.  En enero de 1880 aparecerá, como folleto, y bajo el título de Asuntos Cubanos, su discurso en el Steck may, pronunciado ante la emigración patriota.

Tras el fracaso del movimiento insurreccional, José Martí se traslada a Venezuela, regida entonces por Antonio Guzmán  Blanco, y comienza a publicar en el  periódico La opinión nacional, momento crítico de su existencia en el que escribe los versos de su Ismaeillo, se desempeña en la docencia y la oratoria y logra publicar dos números de su Revista Venezolana, clave ideológica y estética de su periodismo y de su literatura, cuyo editorial El carácter de la Revista Venezolana”, ha sido considerado como el virtual manifiesto del Modernismo.

Después de su etopeya sobre Cecilio Acosta, al enfrentarse al gobierno despótico de Guzmán Blanco, debe abandonar el país que lo acogió como un hijo y en el que, por primera vez, se vincula a uno de los grandes diarios hispanoamericanos del siglo XIX

La Opinión Nacional, al que desde Norteamérica continuará enviando sus colaboraciones hasta que choca por criterios de principios con sus directivos.

NUEVA YORK Y TRES LUSTROS

Comienza entonces el período de madurez y también, la plenitud del periodista y del ideólogo revolucionario en Nueva York, donde escribe sus célebres crónicas que hoy conocemos como las “Escenas Norteamericanas”, editas originalmente en los años 80 y 90 (desde 1882 a 1891) en Buenos Aires, en La Nación y reproducidas en más de una docena de diarios del continente. Es el encuentro martiano con la Modernidad que se construye en los Estados Unidos, veinte años después de haber concluido la guerra civil, el despegue industrial, financiero, migratorio (con oleadas de trabajadores procedentes de Europa), la expansión hacia el oeste, que permite a José Martí conocer como ningún otro periodista latinoamericano de aquella época, el verdadero rostro de los Estados Unidos-

Muchos serán entonces sus oficios en Nueva York como contador y tenedor de libros, como traductor e, incluso, como diplomático, así como irá elaborando su programa revolucionario, se producirá su ruptura con el plan de Gómez y Maceo en los 80, y luego, reunirá a los emigrados, a los pinos viejos y nuevos, fundará el Partido Revolucionario Cubano, organizará la guerra que llamó necesaria y creará, también como órgano oficioso del movimiento, el periódico Patria.

Sin que olvidemos su presencia fundacional en la revista La edad de oro, cuyos cuatro números elaborará plenamente, desde la escritura al diseño, su expansión intelectual por la prensa del subcontinente, desde México a Centroamérica, de Colombia al Uruguay, como en la Argentina, y en las diversas publicaciones de la emigración en los Estados Unidos.

Así como su digna respuesta, en el debate que sostiene con las más reaccionarias expresiones contra nuestro pueblo en diarios estadounidense, con artículos medulares como Vindicación de Cuba que publica en The Evening Post al que responde así como a las calumnias y agresiones de órganos de la prensa como The Manufacturer. Y el intenso trabajo diplomático y político desplegado por Martí también, como delegado de la República Oriental del Uruguay en la Comisión Monetaria Internacional, madurez ideológica y programática que se sintetiza en su artículo ensayístico “Nuestra América”, publicado primero La Revista Ilustrada de Nueva York, entonces dirigida por su amigo el venezolano Nicanor Bolet Peraza, que días más tarde reproduce El Partido Liberal, de México. 

BONGO...TUMBADORA Y POESIA

BONGO...TUMBADORA Y POESIA

La mixtura, la síntesis de plurales influencias étnicas, raciales, culturales y religiosa conforman la identidad caribeña y, en ese contexto, también el perfil de la transculturación en Cuba que se expresa, con fuerte acento y singularidad, en la poesía.

Así, y en la sustancia del proceso histórico de la nación cubana, en la legítima expresión de su espiritualidad, sobresale lo que se ha calificado como “poesía negra, poesía social”, que irrumpe con fuerza desde 1923 y llega a su máxima poética en la lírica de Nicolás Guillén con la publicación de los ocho poemas de sus Motivos de Son en 1930.

Se instalaban las corrientes de la vanguardia artística, en el  proceso de la república, mientras se luchaba también contra la discriminación racial, las injusticias sociales, la pobreza en campos y ciudades y comenzaba un nuevo lenguaje en las letras, al “ver las cosas desde el punto de vista del negro”, como lo afirmara el crítico dominicano Pedro Henríquez Ureña, dentro de un conjunto literario al que algunos califican como “afrocubano”, en el que no sólo participaron autores negros y mulatos, sino también escritores blancos como el camagüeyano Emilio Ballagas.

POESIA NEGRA Y POESIA SOCIAL

Mas el texto precursor, de esta importante vertiente de la poesía cubana se debió a Ramón Guirao, autor del primer poema negro que apareció en el suplemento cultural del más reaccionario de los periódicos que entonces se publicaban en Cuba, el Diario de la Marina, con su poema “Bailadora de rumba”, el 8 de abril de 1928, hace nada menos que ocho décadas.

Después aparecieron otras voces como las de José Zacarías Tallet, Emilio Ballagas , Marcelino Arozarena, y de otros autores que se destacarían en la prosa, como los narradores Alfonso Hernández Catá, Alejo Carpentier y el crítico y ensayista José Antonio Portuondo.

Pero la conmoción se produciría al publicarse, también en aquel diario ya mencionado, y en la página dominical de Ideales de una Raza, que dirigía el periodista y promotor cultural José Antonio Fernández de Castro, los ocho poemas de Nicolás Guillén, el 20 de abril de 1930, bajo el título de Motivos de son, que luego aparecerían en formato de libro.

MUSICA Y POESIA EN EL SON

La más universal y también popular manifestación de la cultura cubana lo es la música y esta sería asimilada en la literatura, deudores los poetas del trío de Miguel Matamoros así como del Sexteto Habanero, con la cadencia del son que bajó de las lomas para cantar en los llanos, y situarse en la célula de la cultura cubana desde oriente a la capital, manifestación de aquellas capas más humildes de la población, y que ganarían sello particular gracias a la poesía de Nicolás, quien llevó el son de la música y el pentagrama a los versos.

Se iniciaba, sobre todo, un verdadero proceso de descolonización cultural, desde la poesía, creación de un lenguaje nuevo y de una estética renovadora, producto de la sensibilidad y la inteligencia del poeta, síntesis él mismo de un proceso más abarcador, respuesta a un contexto social y político, en tiempos de la lucha contra la dictadura de Gerardo Machado, que se integra al estallido ideológico, no sólo desde las artes, sino desde las ideas y que se explicita con el Grupo Minorista, la Protesta de los Trece, encabezadas por el poeta Rubén Martínez Villena, la creación de la FEU y del primer Partido Comunista de Cuba por Julio Antonio Mella, en ese hervidero de nuestro ajiaco, para usar las imágenes del sabio don Fernando Ortiz.

Cuba era más que negro, más que blanco…la mixtura de etnias, tradiciones, costumbres, razas conformaba la sustancia de esa poesía, y la justicia social, el afán de soberanía frente al nepotismo y a la injerencia yanqui, cobraban cuerpo y solidez en la lírica cubana, desde el diálogo vivo entre la palabra y la música, al compás del son, y con el verso de Guillén, como en otras naciones caribeñas latía al ritmo de poetas como el puertorriqueño Luis Palés Matos.

EL CINE CUBANO A LAS PUERTAS DE MEDIO SIGLO

EL CINE CUBANO A LAS PUERTAS DE MEDIO SIGLO

Los años que han transcurrido desde marzo de 1959 nos aproximan ya al medio siglo de la creación del Instituto Cubano del Arte y la Industria Cinematográficos, (ICAIC), presidido entonces por Alfredo Guevara, en un año que como el 2008 habla de nuevos proyectos y producciones que se materializan, ya se filmen, editen, estén en proceso de conclusión y que vienen con el aval de varios autores, la mayoría jóvenes, algunos con filmes que los han situado en el mundo del cine latinoamericano y otros que saltan de la televisión y el vídeo al séptimo arte, quiero mencionar a Juan Carlos Cremata, con El Premio Flaco, a Pavel Giraud con Omerta y a Ernesto Daranas quien realiza una versión al revisitar un personaje mítico de la cultura popular como Alberto Yarini, entre otros autores.

Así como detenerme en el primer largometraje de ficción de la documentalista Rebeca Chávez, Rojo Vivo, inspirado en la novela de José Soler Puig, Bertillón 166, en el regreso al set del Premio Nacional de Cine, Enrique Pineda Barnet con Te espero en la eternidad y la película de Tomás Piard que nos aproxima a José Lezama Lima, obras que hablan de un cine cubano que gana en pluralidad estilística y temática, y se adentra también dentro de los llamados perfiles de género, sin que la presencia y/o logros de una poética desplace a otras, igualmente validas y también legítimas. Mientras esperamos por el Cuerno y la abundancia de Juan Carlos Tabío y por ese Guanajay del maestro y también Premio Nacional de Cine, Humberto Solás quien con su ejemplo y generosidad también encabeza, desde hace años, el Festival Internacional del Cine Pobre.

Y es que el cine cubano, que nació con el ICAIC, y con la primera ley que se aprobara en Cuba dentro del rubro de la cultura, ahora se amplía y enriquece, con las nuevas tecnologías, enfrenta las dificultades financieras, asume la vía de las coproducciones y cuenta con la presencia, activa y productiva, de creadores de distintas generaciones, así como potencia el relevo, con el auspicio de las muestras de los jóvenes realizadores, de la que se han realizado siete.

No quiero dejar de mencionar que, cuando nos aproximamos al aniversario del ICAIC, y se le entrega a un cineasta que cultiva el animado el Premio Nacional de Cine, como al maestro Juan Padrón, el autor no sólo de la saga de Elpidio Valdés, sino de clásicos como Vampiros en La Habana, también celebraremos en este año cuatro décadas de haberse realizado las dos películas fundamentales de nuestra cinematografía, me refiero a las Memorias del Subdesarrollo del desaparecido Tomás Gutiérrez Alea, Titón, y a esa Lucía de Humberto Solás.

Sin que dejemos de mencionar a nuestra documentalística, desde su mayor y más reconocido autor, Santiago Álvarez, corazón y vida de aquel Noticiero ICAIC Latinoamericano que fue escuela de directores, al tiempo que rindamos tributo, como obra de gratitud, a artistas como el actor Sergio Corrieri y el realizador Octavio Cortázar, dos figuras fundacionales de nuestro cine, y recientemente desaparecidas.

 

AMADO DEL PINO GANA EN ESPAÑA EL MIGUEL HERNANDEZ

AMADO DEL PINO GANA EN ESPAÑA EL MIGUEL HERNANDEZ

Cuando se realizó en La Habana el homenaje al poeta Miguel Hernández, auspiciado por el Centro Cultural Pablo de la Torriente, y las autoridades de la comunidad valenciana, el teatrista Amado del Pino presentó un texto conmovedor sobre la dramaturgia del gran poeta alicantino.

Ahora, Amado del Pino González, acaba de obtener el Premio Internacional de Periodismo Miguel Hernández, auspiciado en la península por la Fundación Hernandiana, con su texto entre los 36 finalistas.

Desde, esta faceta de su obra y de su quehacer intelectual, que ha desarrollado Amado una profusa labor periodística en diversas publicaciones como Juventud Rebelde y la revista Revolución y Cultura, y ahora se adueñó del jurado, al concursar su artículo “Caminando con Miguel Hernández”, que fue publicado en la revista digital La Jiribillla, en La Habana, en mayo del 2007.

Autor de textos dramáticos que también han merecido premios, entre los que se encuentran títulos como Tren hacia la dicha, que fue su début en la dramaturgia, así como El zapato sucio, Premio de Dramaturgia Virgilio Piñera en el 2002 y también Premio de la Crítica Literaria, en el 2003; Penumbra en el noveno cuarto; Premio de Teatro José Antonio Ramos de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, en el 2003; y Sueños del mago, Premio de Teatrología Rine Leal, en el 2003, es uno de los más sistemáticos intelectuales dentro del universo del periodismo cultural en Cuba, medio al que ha dedicado buena parte de su existencia, sin que olvidemos que también laboró durante un tiempo como investigador en el Instituto de Literatura y Lingüística, de la Academia de Ciencias.

 

Su presencia en los medios no sólo se encuentra en la prensa escrita, también y desde su condición autoral, ha estado en la televisión con sus obras de teatro y con guiones para el cine, habiendo participado, en calidad de actor, en la primera película de ficción de Fernando Pérez, ese clásico que es Clandestinos.

Amado, en reconocimiento a obra como periodista, recibió también en el año 2000 el Premio de Periodismo Cultural José Antonio Fernández de Castro, que otorga el Ministerio de Cultura.

El español que otorgó el Premio Internacional Miguel Hernández fue presidido presidido por José Marín Guerrero,  secretario del Patronato de la Fundación, e integrado por José María Balcells Doménech, catedrático de Literatura Española en la Universidad de León; Enrique Cerdán Tato, escritor alicantino; Francisco Esteve Ramírez, catedrático de Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y el abogado Gaspar Peral Baeza.

LOS 65 DE PABLITO MILANES

LOS 65 DE PABLITO MILANES

Como cierre del año 2007, y entre los suyos, el cantautor Pablo Milanés se presentó en la sala del habanero teatro Mella para ofrecer el concierto con el acostumbra despedir el año, ante su pueblo, desde hace varias jornadas y en el mismo nos entregó los números de su último CD, Regalo, así como complacía a cubanos y cubanas de varias generaciones con las canciones antológicas de este artista, el creador de clásicos como la célebre Yolanda y, después, en ese mismo escenario se presentó en un mano a mano con el maestro Chucho Valdés, en medio del Festival Jazz Plaza en febrero del 2008.

Y, en ese mes que es el de su natalicio, el también fundador del Movimiento de la Nueva Trova y de aquel ya mítico Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC, junto a Silvio Rodríguez y el desaparecido Noel Nicola, nuestro Pablito, que ha dejado su huella no solo al componer para la escena, desde el universo mitico del teatro, amén de su  profusa discografía, y de su aparición personal en numerosos países del mundo, en diálogo abierto con los espectadores, es un compositor que se ha dedicado al cine, manifestación en la que no sólo están sus canciones y su voz, sino también su propia imagen, al asumir aquel personaje del juglar en las secuencias testimoniales de La primera carga al machete, del desaparecido Manuel Octavio Gómez, hace ya casi cuatro décadas, en el tránsito de su adolescencia a la juventud.Ahora, y cuando llega al 65 cumpleaños este bayamés que tiene el son corriéndole por la sangre, y que cautiva a los más diversos auditorios en todo el mundo, con el privilegio de su voz, de la armonía para decir canciones y boleros, en los que además testimonia la vida cotidiana, desde el amor y la utopía, el jubileo se comparte, desde el afecto que reconoce, como gratitud, el arte de este gigante de la trova.Porque Pablito quien lleva con su guitarra y con sus músico los ritmos caribeños a todas las latitudes, ganador del Grammy latino, y de un sinnúmero de reconocimientos por su talento y sensibilidad, se singulariza en el complejo sonoro de la Isla por ser una verdadera síntesis entre las tradiciones más populares y los elementos y recursos más experimentales, tránsito él mismo del llamado “filin” de los 40 y los 50, del registro de los antiguos juglares del oriente cubano con los elementos del jazz y del bossa nova, para dar con sus composiciones un giro de renovación no sólo dentro de la nueva trova sino del universo de la canción.La experiencia y formación de su juventud, su propia participación en grupos vocales como los del Cuarteto del Rey, tan vinculado a las sonoridades del sur de los Estados Unidos, y de los Bucaneros, así como el magisterio de Luis Carbonell, han permitido a Pablo desarrollar al máximo sus potencialidades, y explorar los espacios melódicos y ritmáticos dentro del complejo de la música contemporánea, sin renunciar jamás a sus orígenes populares.Haber nacido en la ciudad oriental de Bayamo, el haber crecido en medio de la riqueza musical de su país, y su capacidad fabuladora, esa sustancia que hace de su obra algo muy particular, desde el entorno sensual y erótico del decir caribeño, han convertido a Pablo Milanés en ese ícono vivo de la cultura musical cubana, y le han permitido también trascender la geografía insular, en diálogo diverso con otras fuentes, las que ha sabido asimilar con inteligencia y creatividad, sin dejar de ser él mismo.Por eso, también, y desde el cariño de su pueblo, que lo sigue siempre en cada una de sus presentaciones, y disfruta de sus éxitos en cualquier escenario, al que todos llamamos sencillamente Pablito, celebramos su natalicio con la alegría de compartir sus canciones, que nos hacen más plenos como seres humanos porque el secreto de Milanés está en el ritmo del corazón, en la armonía de cada una de sus canciones que se prenden, para siempre en el imaginario colectivo.

MARTA VALDES EN CUBA PREMIO NACIONAL DE MUSICA

MARTA VALDES EN CUBA PREMIO NACIONAL DE MUSICA

La voz y la guitarra parecen acompañarla desde la infancia. Sus los instrumentos de esta mujer singular, una de las mayores intérpretes del movimiento del “filin”, aquel que nació entre cuerdas y poemas, al conjuro de la amistad y del amor, y que ha tenido entre sus más notables artistas a figuras del calibre de los maestros César Portillo de la Luz, el desaparecido José Antonio Méndez y esta Marta Valdés, que recibe como tributo a la obra de su vida, el Premio Nacional de Música en el 2007.

Hace varios años que la conozco, y sé de su inteligencia, tan cultivada como su sensibilidad, desde la reflexión sobre nuestra música, gracias a la escritura de críticas y libros, que han nacido igualmente del corazón de esta compositora, de esta cantautora que hace del bolero el espacio infinito de sus sentimientos, y de quien se consideran deudores los trovadores, desde Pablo Milanés y Silvio Rodríguez, hasta las más jóvenes promociones en el pentagrama musical cubano.

Ahora, con este alto reconocimiento que otorga, anualmente, el Instituto Cubano de la Música a las más relevantes personalidades de la música en la Isla, y por el voto unánime del jurado que valoró las nominaciones, presidido por el maestro Juan Formell, e integrado por los maestros Harold Gramatges y Digna Guerra, Marta recibe el homenaje de su pueblo, la gratitud de quienes en noches de amor, de nostalgia, de pasión y de deseos, en los encuentros y desencuentros de eros, han evocado sus canciones.

 

Y es que esta habanera universal, nacida 1934, no sólo ha dejado su huella en la trova y el bolero, sino que además, con ese afán de experimentación y búsquedas que es tan innato en ella, ha escrito música para las representaciones escénicas, así como ha incursionado, por diversos escenarios del mundo, junto a otros registros, melódicos y ritmáticos como los del jazz, en la expresión de un identitario cultural de expresión universal.

Galardonada con otros lauros, por sus méritos artísticos, como el Gran Premio en el Concurso Adolfo Guzmán (1978), el Premio Nacional UNEAC en Música para Teatro (1985) y el Premio a la Mejor Música para una Puesta en Escena en el Festival de Teatro de Camagüey (1986), y en su condición de intérprete, junto al guitarrista y compositor Sergio Vitier, el Gran Premio en la Feria Internacional Cubadisco 2001, cuenta además con un amplio catálogo discográfico que reúne producciones como La Música de Marta Valdés (Virgin), Marta Valdés & Chano Domínguez, Tú no Sospechas (El Europeo),Sergio Vitier / Marta Valdés, Nuestra canción (Unicornio).

 Vivir para la música, amar desde la música, sufrir y compartir emociones, tristezas y alegrías, ha sido el destino de esta mujer que es Marta Valdés, una de esas creadoras que siempre nos acompañan, muchas veces desde el anonimato de una melodía, que se evoca en horas de dolor, o en la plenitud del erotismo, a la que siempre acudimos, porque está entre nosotros, muy pegada a la piel.

EN EL CAMINO AL EDEN

EN EL CAMINO AL EDEN Daniel Díaz Torres es un trabajador infatigable. Ha ejercido como crítico, como docente en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, pero y sobre todo, como cineasta al dirigir varios documentales y largometrajes de ficción.
Ahora regresó al set de filmación para asumir Camino al Edén, próximo estreno en las salas de cine, película coproducida por el ICAIC y el Canal español Antena 3 y que, dentro de la filmografía del realizador, es un reto porque no se enmarca dentro de sus temas habituales, la comedia y la crítica, el testimonio de la realidad contemporánea.
Por el contrario, es un filme de época, enmarcado en la última guerra de independencia, la de 1895, y cuenta con el apoyo sustancial, en la dirección de fotografía del maestro Raúl Pérez Ureta, cuyo trabajo durante el rodaje ha alabado el propio realizador, al captar las atmósferas interiores de las locaciones y el entorno del campo cubano, con el valor añadido de trasmitir el ambiente colonial no desde los horizontes ya consagrados por la cinematografía nacional en la Ciudad de La Habana ya que el rodaje se produjo en Ceiba del Agua y Guayabal.
De ahí la importancia alcanzada por el trabajo, como director de arte, de Onelio Sarralde y el diseño de vestuario de Liz Álvarez, así como por la experiencia del camarógrafo Julito Simoneau y de Magali Pompa en el maquillaje.
Por ser una coproducción, participan en el elenco dos actores españoles, como el reconocido Alvaro de Luna en el malvado personaje de don Antonio y Pilar Punzano en el personaje protagónico de Leonor, secundados por los cubanos Lieter Ledesma, en el también rol principal del mambí Gonzalo, así como Limara Meneses (quien llega al reparto con el aval de su trabajo en El Benny) para dar vida a la joven sirvienta Natividad, integrante junto a su señora y al soldado insurrecto del triángulo amoroso que sostiene esta narración cinematográfica que, aunque se desplaza por escenarios bélicos, pretende alcanzar una lectura más subjetiva, desde la perspectiva individual de los personajes en conflicto.
Otros actores cubanos enriquecen el elenco como Asenneh Rodríguez, Fernando Hechavarría, Raúl Pomares, Carlos Ever Fonseca y Mario Guerra para dar vida a la historia de la finca El Edén, y a los avatares de la guerra, que desplaza a los seres humanos de sus circunstancias y los hace cambiar, para asumir nuevos roles y vivir otras oportunidades, como la que transforma a Leonor en la célebre Flor de Manicuripe, en un guión de Arturo Infante.

TULIPA Y MANUEL OCTAVIO GOMEZ

TULIPA Y MANUEL OCTAVIO GOMEZ

Manuel Octavio Gómez, como tantos jóvenes amantes del celuloide, se integró al movimiento de los cine-clubes, en la ciudad de La Habana, en la década de los años 50, en la barriada habanera de la Víbor sería uno de los más fervientes miembros del Cine-Club Visión, cuyas exhibiciones se produjeron en la sala del cine Apolo.

Después, al crearse el nuevo cine cubano, Manuel Octavio integró la triada de los primeros jóvenes cineastas que filmarían también los primeros documentales, junto a Tomás Gutiérrez Alea y Julio García Espinosa.

 Con 24 años, se integró a la Sección Fílmica de la Dirección de Cultura del Ejército Rebelde y se desempeñó como Asistente de Dirección en varios documentales y en el primer largometraje de ficción, realizado por el recién creado Instituto Cubano del Arte y la Industria Cinematográfica.

Titón filmaría el documental Esta tierra nuestra y Julio rodaría La vivienda, insertos ambos en el problema de la tierra y del desalojo de los campesinos, y el de la vivienda, sometida como estaba la población al “casifundio”. Mientras que Manuel Octavio Gómez, realizaría su documental sobre las nuevas formas de producción en el campo cubano, con el título de ¿Qué es una cooperativa?

Manuel Octavio será autor también de largometrajes de ficción como Tulipa, La primera carga al machete, (un clásico y una de las mayores expresiones estéticas del cine cubano), Los días del agua, Ustedes tienen la palabra y Gallego.En su obra cinematográfica jugaría un papel muy destacado una actriz, quien fue además su compañera en la vida, la también desaparecida Idalia Anreus, quien falleció diez años después que su esposo, y que fue no sólo su fetiche, sino su más devota colaboradora: Idalia Anreus.Desde las tablas al cine ella encarnaría, hace ya cuatro décadas, la obra del  dramaturgo camagûeyano Manuel Reguera Saumell, Recuerdos de Tulipa, que llevaría a la pantalla grande Manuel Octavio Gómez al cine, en 1967, bajo el título de Tulipa. La pieza teatral había sido estrenada por Rubén Vigón en la Sala Arlequín en 1962 y posteriormente dirigida por Dumé en el teatro El Sótano en 1964, antes de transformarse en largometraje, con guión del propio Manuel Octavio, cuya historia se centra en una mujer, bailarina nudista de circo, que enfrenta la maternidad, en un contexto cuajado de frustración, y también de lucha, que permite al personaje enfrentar la enajenación.La película, enmarcada en un proceso de aprendizaje para el director, tiene ciertos matices de ingenua espontaneidad, elevado por las imágenes que aprehenden situaciones y criaturas del entorno circense, desde su sustancia lúdica, y un trabajo de marcado acento realista.

Entre sus méritos se encuentra el trabajo de la fotografía, siempre muy personal y distintivo del cine de Manuel Octavio Gómez, en la que sobresale la maestría de Jorge Herrera, durante los 93 minutos del metraje y fue calificada, por la crítica, de “fresca, espontánea, muy libre en movimientos, en las secuencias documentales, otra más elaborada, de movimientos y encuadres pensados, preconcebidos, sin que en ningún momento choquen una con otra, sino integrándose para dar un estilo peculiar a la película.”

SE MONTA EN CUBA EL MUSICAL CABARET

SE MONTA EN CUBA EL MUSICAL CABARET El teatro es un juego, un espacio abierto a la experimentación donde se quiebra la rutina. Por eso, no ha sorprendido la noticia, al saber que el Grupo Mefisto Teatro y su director general, Tony Díaz, asumen la puesta en escena, desde una lectura muy propia, de una obra tan conocida, a escala mundial, como Cabaret, que evoca en los espectadores, sobre todo, aquella excelente versión cinematográfica que incorporó Liza Minelli, junto a Michael York, y bajo la dirección de ese mago de la danza que fue el desaparecido Bob Fosse.Con retos anteriores, desde su creación, este colectivo teatral se enfrente a un clásico del musical, y para ello se basa en la primera adaptación de aquel libro de relatos Adiós Berlín, de 1939, del dramaturgo inglés Christopher Isherwood, realizada para el teatro por Jon Van Druten.Es el Berlín de entreguerras, el de la estética del expresionismo alemán y de los célebres cafés-cantantes de la bohemia, un mundo al parecer decadente llamado a desaparecer con la emergencia del nazismo.Para la coreografía, el director Tony Díaz, contó con la colaboración del maestro Iván Tenorio, Premio Nacional de Danza 2007, Iván y en cuanto al dominio de la voz y de la preparación de los jóvenes actores –que no son ni bailarines ni cantantes profesionales, de la pianista Pura Ortiz y de la soprano Gladys Puig.Con un elenco esencialmente joven, integrado por Sarahí Viñas, Grettel Álvarez y Gretel Cazón interpretarán a Sally Bowles; y la dupla David Guerra-Rayssel Cruz en el personaje clave del maestro de ceremonias, así como Alejandro Milián asumirá el rol de Christopher Isherwood.  No en Berlín de la primera mitad del siglo XX, sino desde La Habana de esta primera década del siglo XXI, llega Cabaret  y con la obra la historia conmovedora de Sally Bowles, una artista norteamericana de los años 30, que se enamorará del atractivo inglés Brian, en medio de los avatares de la diversidad sexual, de la exploración de la vida y del arte en el entorno complejo y contradictorio de la Alemania de entreguerras.Sus ensayos se realizan en La Casona de Línea, desde hace varios meses, y será estrenada en este 2007, como uno de los momentos más esperados de la escena teatral cubana, en la sala Alternativa del Centro Cultural Bertolt Brecht. Con Escándalo en la Trapa , este colectivo ganó el Gran Premio del XI Festival Nacional de Teatro de Camagüey 2006, y ahora se apresta a un nuevo experimento, legitimizado por el amor al espectáculo, dentro de un género que, como el musical, lamentablemente no es muy cultivado en la Isla, siendo paradójicamente la música y la danza el corazón y la sangre de la cultura cubana. Pero Mefisto Teatro se arriesga nuevamente y aborda el musical.

NADA ES TAN BELLO COMO LA ESPERANZA

NADA ES TAN BELLO COMO LA ESPERANZA Suele ceñirse y también reducirse el concepto de cultura a las artes y las letras, así se olvida la Historia, ese reservorio natural de la memoria, testimonio de la especie humana en su diálogo con el universo. De ahí la significación que alcanza la publicación por la Editorial Argos, de Santo Domingo, en la República Dominicana del libro Casados con la verdad, de la periodista cubana Mercedes Alonso Romero en el que se reúnen numerosas entrevistas, realizadas por la autora, en distintos períodos de su profesión, a prestigiosas y reconocidas figuras de nuestra cultura, Premios Nacionales de Historia, de Ciencias Sociales, laureados con diversos galardones, como el Premio Casa de las Américas y los de la Crítica. Este cuaderno, enriquecido desde la gráfica, con las imágenes de los entrevistados, realizadas por algunos de los más destacados fotógrafos cubanos, como Raúl Castillo José Oscar Castañeda, Pablo Pildaín, Gilberto Rabassa, Guillemo de Jesús, J.L.G Garciandía y Yamil Lage Acosta, es un tributo al pensamiento cubano contemporáneo, expresión legítima de nuestra cultura, ya que estas mujeres y estos hombres retoman el legado fundacional del siglo XIX y se adentran en nuevas y complejas zonas de la reflexión y del análisis de cuanto ha sucedido y sucede en nuestro país. El título del volumen brota de las palabras del primer entrevistado, el decano de los historiadores cubanos en activo, el maestro y obligado referente por su sapiencia y modestia que es César García del Pino, laborioso e infatigable que se confiesa, desde su especialidad y por su ética, “un individuo casado con la verdad”, como condición sine qua non de quien se entrega a la Historia. También y en el cuaderno merece destacarse el espacio dedicado a “los que ya no están”, entre los que se encuentran figuras mayores de nuestra cultura, como Hortensia Pichardo, José Luciano Franco, José Antonio Portuondo, Sergio Aguirre, la escultora Jilma Madera cuya presencia en este homenaje se valida desde el Martí del Turquino y Francisco Pérez Guzmán a quien se dedica el libro, sensibles pérdidas que sin embargo nos dejaron la riqueza de sus obras, homenaje per se del hombre sobre la vida. Varias mujeres se incluyen en este libro, amén de la maestra de maestros que fue la Pichardo, y de la propia Jilma, como Nydia Sarabia, Aurea Matilde Fernández Múñiz, Olga Portuondo Zúñiga y María del Carmen Barcia, expresión de la presencia femenina dentro del horizonte de las Ciencias Históricas en Cuba que califican por su autorizada incidencia desde el claustro y la Academia, desde el periodismo al ejercicio intelectual con diferentes aportes a nuestra cultura, que inciden además en el enriquecimiento de la propia ciencia, con esa perspectiva de lucidez no exenta de lirismo, que permite aprehender hasta el detalle, y sobre todo, dimensionar espacios subjetivos de cuanto acontece por la mano humana, en pos de un testimonio que no silencie a nadie, ni invisibilice circunstancias y seres, desde la Cuba profunda hasta los escenarios hispánicos siempre relacionados con nuestra historia como nación y nacionalidad. Voces y experiencias como las de José Cantón Navarro, Jorge Ibarra, Oscar Zanetti, Eduardo Torres Cuevas y Eusebio Leal se reúnen aquí, desde la singularidad de cada uno, en este texto que cuenta a manera de prólogo con las reflexiones de un joven de las últimas promociones de los historiadores, como Yoel Cordoví, todos los que subrayan el sentido de pertenencia y de responsabilidad moral y social de quienes se dedican a esta profesión y vencen dogmas, prejuicios, ignorancia, desinformación y esquemas a priori en pos de una mirada en verdad signada no sólo por la cientificidad de su labor, sino por el compromiso ético de quienes la realizan. Eusebio Leal destaca: “La cultura es la verdadera clave interpretativa. Además, hay para millones de seres humanos una profecía de perennidad y resurrección que no acaba. No hay nada tan bello como la esperanza.” Mientras que Eduardo Torres Cuevas se declara deudor de los maestros del pensamiento histórico y social en Cuba, quienes supieron no sólo darnos lecciones de principios científicos e ideológicos, sino que subrayaron la necesidad comunicacional de una escritura de la Historia que pudiese llegar a todos, como vía de enseñanza y de crecimiento, legado que él asume personalmente desde el magisterio de José de la Luz y Caballero, y reconoce en Félix Varela y en José Martí. Como María del Carmen Barcia, de natural tan aguda y sensible, resume su profesión, la que ha ejercido durante varias décadas desde las aulas de la Universidad de La Habana y ha volcado en sus libros, al situar la función formativa de una vocación: “Enseñar a pensar ha sido para mí una divisa.”

CASTIGO Y JUSTICIA PIDE EL PUEBLO DE CUBA

CASTIGO Y JUSTICIA PIDE EL PUEBLO DE CUBA DECLARACION DEL COMITÉ DE FAMILIARES DE LA VICTIMAS DE LA VOLADURA DEL  AVION DE CUBANA EN BARBADOS Compatriotas  En momentos que compartimos el profundo dolor con los familiares y el pueblo norteamericano, por el asesinato de los jóvenes estudiantes de la Universidad Tecnológica de Virginia, se produce la horrenda e insólita decisión del gobierno de los Estados Unidos de darle la libertad bajo fianza al connotado asesino y terrorista internacional Luis Posada Carriles.  Nos llena de indignación que este verdugo protegido por las autoridades norteamericanas regrese con toda la seguridad y garantías a Miami, guarida de terroristas que durante más de 40 años han cometido numerosos crímenes contra nuestro pueblo. Una vez más la sin razón y la impunidad, se impone a la razón, a la verdad y a la justicia.  La noticia dada a conocer ayer por los medios de prensa del mundo vuelve a enlutarnos y nos hace recordar los terribles y amargos momentos vividos en octubre de 1976, cuando aun niños perdimos abruptamente a nuestros familiares por el abominable crimen cometido por Posada y Bosch contra civiles inocentes al explotar una bomba colocada en el avión de Cubana de aviación en las costas de Barbados. Hoy queremos  alertar al mundo del peligro que representa que se encuentre libre el mayor asesino del hemisferio occidental.  Este repugnante verdugo fue reclutado y entrenado por la CIA para ejecutar horribles actos terroristas contra Cuba, junto al otro terrorista Orlando Bosch, quien se pasea libremente por las calles de Miami amparado por la amnistía que le concedió Bush padre cuando era presidente de los Estados Unidos. Luis Posada Carriles participó en la invasión de Bahía de Cochinos, en la Operación Cóndor, organizador y autor intelectual del sabotaje y explosión en pleno vuelo de la nave de cubana de aviación que costo la vida a 73 personas el 6 de Octubre de 1976. Ayudado por la CIA a fugarse de una prisión de Venezuela en 1985, se vinculó de inmediato a la guerra sucia contra Nicaragua. Notable narcotraficante, responsable del envió de drogas a los Estados Unidos. Prestó importantes servicios a la Fundación Cubana-americana con la  cadena de actos terroristas contra centros turísticos en La Habana en la década del 90. Tuvo una activa participación en planes de asesinatos contra nuestro Comandante en Jefe. La decisión de permitir que Posada Carriles esté libre en Miami es  la más clara demostración de la doble moral del  gobierno norteamericano, libera a un terrorista y mantiene en una injusta y cruel prisión a cinco luchadores  antiterroristas.  Los familiares de las victimas del terrorismo no podemos salir del asombro, ante tanto cinismo. El gobierno de los Estados Unidos se ha burlado de los acuerdos y tratados que le obligan juzgar a Posada Carriles como un terrorista. El 11 de Mayo, Posada comparecerá ante una corte acusado únicamente de mentiroso, que infamia, que burla a la opinión pública internacional, al pueblo norteamericano y a los familiares de las víctimas de los crímenes cometidos por este verdugo que de inmediato debe regresar a prisión, esa es nuestra exigencia. Nunca podremos olvidar sus desafiantes palabras  de que no se arrepiente de nada y  que si volviera a nacer, haría lo mismo. Cuando fue entrevistado sobre la bomba que ordenó detonar en el Hotel Copacabana y  que puso fin a  la vida de Fabio Di Celmo, sentenció con total  desprecio por la vida: el joven Italiano”se encontraba en el lugar y en el momento equivocado”. Esas palabras dichas por este celebre asesino, fueron inconcebiblemente repetidas por el Presidente Bush, quien al referirse  a los jóvenes estudiantes asesinados en la Universidad Tecnológica de Virginia afirmó que estos se encontraban en el lugar y en el momento equivocado.  Esta vigilia que comenzamos hoy es para alertar al mundo de la responsabilidad de la Administración Bush por la liberación y protección del terrorista Posada Carriles, para exigir que el verdugo regrese a prisión, que sea juzgado como lo que es: un connotado terrorista o que sea extraditado a Venezuela, no hay otra alternativa, los pueblos tienen ansias de justicia.  En este momento de indignación hace recordar el poema Pido Castigo del inolvidable poeta Pablo Neruda.  PARA LOS QUE DE SANGRE SALPICARON LA PATRIA,PIDO CASTIGO PARA EL VERDUGO QUE MANDO ESTA MUERTE.PIDO CASTIGO PARA EL TRAIDOR QUE ASCENDIO SOBRE EL CRIMEN.PIDO CASTIGO PARA EL QUE DIO LA ORDEN DE AGONIA,PIDO CASTIGO PARA LOS QUE DEFENDIERON ESTE CRIMEN.PIDO CASTIGO.   COMITÉ DE FAMILIARES DE LAS VICTIMAS DE LA VOLADURA DEL AVION CUBANO EN BARBADOS.  

JOSE MARTI EN LA HORA DE AMERICA

JOSE MARTI EN LA HORA DE AMERICA

A los 154 años de su natalicio, José Martí, el poeta y apóstol de la independencia de Cuba se multiplica en los pueblos del continente, en la hora de América y se expande por la geografía andina hasta llegar a Bolivia, toma las nieves y la costa del Ecuador, busca los volcanes y valles del istmo centroamericano en Nicaragua, y entre los llanos de Venezuela vuelve a escribir, con otros nombres, en este siglo que comienza, el XXI, aquel párrafo que faltó al poema de 1810, cuando los pueblos comenzaron a luchar por su libertad al grito del sable de Simón Bolívar.

Y habla en plurales idiomas, mientras altivo como la palma asciende las montañas, encuentra el arroyo de la sierra, y en Cuba reverdece el Maestro, imantado por el amor, la fe y la solidaridad humanas.

Homenaje a Lezama Lima

Homenaje a Lezama Lima

Una de las voces más universales de las letras cubanas del siglo XX, el poeta, ensayista y narrador José Lezama Lima escribió y publicó hace cuatro décadas una de las obras más relevantes de la lengua, su primera novela, Paradiso, resumen de su poética y cántico de amor también a su país, a su cultura, con páginas que entonces, en 1966, resultaron audaces y polémicas, desde la aprehensión de la sexualidad, en las que sobre todo encontramos otra mirada desde la eticidad profundamente humanista de su autor.

Hace igualmente tres décadas que, en 1976, diez años después de la edición príncipe de aquella novela, considerada en las encuestas académicas, uno de los cien mejores libros de la pasada centuria a escala planetaria, falleció en la ciudad que también lo vio nacer, el 9 de agosto.

Y en homenaje a su obra, a la intensidad de su escritura, al caudal de su espiritualidad escribo estas líneas a manera de tributo, desde el agredecimiento y la deuda con quien fue el ego fecundante de aquella extraordinaria generación, la del grupo Orígenes.

Presencia de Jose Marti

Presencia de Jose Marti

No hay cubana ni cubano que no sienta, en el aire, la presencia del Apóstol José Martí en este mes de mayo, y especialmente el día 19, día aciago de su caída, como él mismo lo predijo en sus versos, de cara al sol, en los potreros donde se cruzan los dos ríos, el Cauto y el Contramaestre por las tierras orientales de Jiguaní.

Fue el cruce de la espada y de la pólvora, y la hierba de Guinea que cubría los bosques cubanos, allá por 1895, el escenario de aquel combate a mediodía, cuando él también comenzaba a vivir el sueño de toda su vida: luchar por la independencia y la libertad de Cuba.

En el ideario ético de la Revolución, la misma que comenzó en 1868 con la liberación de los esclavos por el hacendado Carlos Manuel de Céspedes, está la semilla martiana, como diría Lezama Lima, porque siempre será el misterio que nos acompaña.