FINA GARCIA MARRUZ, premio iberoamericano de poesía
Tiene 84 años de extraordinaria lucidez. Es en extremo tímida, aunque desde el silencio nunca ha dejado de escribir. Ni siquiera en los momentos de mayores dolores y desgarramientos. Se alimenta del amor, junto a su esposo, poeta como ella, Cintio Vitier, y de sus hijos, músicos los dos, Sergio y José María, y del enjambre de nietos y de nietas.
Fina García Marruz junto a Cleva Solís fue una de las dos musas del grupo Orígenes, ese que lidereó José Lezama Lima en la década de los años 40 del siglo XX para crear desde el reino de la imago otra realidad más límpida.
Ella es poeta y ensayista, y en ambos géneros goza de la excelencia, ajena a los elogios, ditirambos y a la vida social. Vive en su espacio más íntimo y como ayer y siempre nunca ha abandonado su fe en Dios.
Martí, el apóstol de la independencia de Cuba, el poeta es parte entrañable de la escritura y de la vida de Fina quien ahora recibe el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, sorprendida y escurridiza.
Es la primera mujer a quien se le otorga. La primera...y en estos momentos la voz más pura de la poesía cubana contemporánea.
Con Fina compartimos este júbilo y respetamos también la sincera palabra que brota de sus labios, en estos días de amor mientras la vemos cuidar de Cintio, y vivir el amor de todos los días, todas las noches...toda la vida.
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