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CARILDA OLIEVER LABRA: premio RAFAEL ALBERTI

CARILDA OLIEVER LABRA: premio RAFAEL ALBERTI

Si alguna voz expresa la pasión en las letras cubanas, y en particular, traduce sentimientos y emociones a la palabra, esa sin duda alguna lo es la matancera Carilda Oliver Labra a la que nadie evoca con sus 87 años cuando lee sus versos, sino cubierta por la rotunda luz del sol caribeño, gracias a la sensualidad y el erotismo de su lírica.

Esta cubana universal ha merecido el Premio Internacional de Poesía Rafael Alberti, Alberti, que otorga anualmente la Sociedad de Beneficencia Naturales de Andalucía y que se le entregará, a la también Premio Nacional de Literatura,  en el acto inaugural del 14 Festival Internacional de Poesía de La Habana en la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís, en la capital cubana, por la escritora Aitana Alberti.

El nuevo lauro se suma a otros que se multiplican geométricamente en su biografía como reconocimiento a una de las poéticas más universales, en la que se manifiesta en plenitud el eros desde la proyección de la mujer, en la literatura iberoamericana contemporánea.

Y es que Carilda, graduada de abogada, carrera que ha ejercido, como también la de profesora de artes plásticas y de idiomas, así como en el ejercicio de la bibliotecología, es ante todo la emoción más irreverente y diáfana, la eclosión del deseo y de la sensualidad.

Nadie puede olvidar esos versos suyos, los de uno de los poemas que más se dicen, y se verbalizan en todo el archipiélago, por miles de voces, especialmente de los jóvenes amantes:

“Me desordeno, amor, me desordeno

cuando voy en tu boca, demorada;

y casi sin querer, casi por nada,

te toco con la punta de mi seno.

 

Te toco con la punta de mi seno

y con mi soledad desamparada;

y acaso sin estar enamorada

me desordeno, amor, me desordeno.

 

Y mi suerte de fruta respetada

arde en tu mano lúbrica y turbada

como una mal promesa de veneno;

 

y aunque quiero besarte arrodillada,

cuando voy en tu boca, demorada,

me desordeno, amor, me desordeno.”

Es la síntesis auténtica de una lírica femenina, libre de tabúes y prejuicios, la de una mujer que vence al tiempo, de espíritu joven y dinámico, la misma que a los 21 años irrumpió, para siempre, en la literatura cubana con aquel primer poemario Preludio lírico y que luego ha enriquecido nuestras horas con miles de versos cálidos, la autora de numerosos títulos de poesía y narrativa, y sobre todo, de un cuaderno antológico Al sur de mi garganta.

La que ahora recibe el premio que lleva el nombre del gran poeta andaluz, miembro de aquella Generación del 27 que también contó, en sus filas, con poetas del calibre de Federico García Lorca y Luis Cernuda, entre otros.

En anteriores entregas, otros poetas cubanos han recibido como reconocimiento a su obra este premio, como Nancy Morejón y Luis Marré, ahora se le entrega a Carilda, a su sonrisa cautivante, a su mirada pícara y traviesa y a esa actitud ante la poesía libre de afeites y sincera, como una vena abierta hacia la vida.

 

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